6/5/13

Y de repente...

Hoy estoy feliz. Ya sabes, con la sonrisa dibujada en el rostro. Shh...calla y no preguntes por qué. Puede que mañana ya sea tarde. Vamos, vivamos la vida, que somos jóvenes. Corramos bajo la lluvia. Amemos, amemos de verdad. Amemos como hermanos. Vamos, deja los prejuicios y olvídate de la sociedad. Olvida el pasado, que no te va a servir de nada reprocharte por lo que hiciste mal. Piensa en el presente, tampoco esperes al futuro sentado en una silla viendo como las arrugas se dibujan en tu mano. Sonríe. Olvida las preocupaciones, preocuparse es una estupidez. Es como andar con un paraguas esperando a que llueva. -Pero a lo mejor llueve... ¿Pero y si no llueve? Tú eres el que lleva la carga al fin y al cabo. Ni siquiera pienses en lo que vas a hacer mañana. En que tienes que hacer dentro de quince minutos. Aprovecha estos segundos, como los segundos en los que escribo esto pulsando las teclas. Y aunque te suene a cursi, sé feliz. Que cuando mires al pasado alguna vez, te darás cuenta de el tiempo que has perdido lamentándote y te reprocharás el no haber sido feliz entonces.

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